Profundidad

15:36



Escribo una nota, de algo que no se;
en el río del periodismo, a veces la profundidad tiene unos pocos centímetros.
Tomo una cerveza mientras que espero que un juez me atienda el telefono.
Entro en las redes, y estás ahi, en linea. Luz verde.
Pienso en escribirte,
Pienso en decirte que se que andas por acá,
que me hubiera gustado que me avisaras.
Pienso en invitarte a tomar algo
y pasar esta noche con vos.
Pienso en decirte que, no se porqué,
ni cuando,
ni cómo,
pero te quise esos días de verano.
Y, si el viento no hubiera estado en contra,
te habria prometido quererte todavía.
Pero te fuiste, lejos.
Aires nuevos para olvidar amores viejos.
Y yo en un limbo
y a veces te recuerdo.
Y la luz verde no sirve si no me registras.
Pienso en vos,
pienso en escribirte.
pero no lo hago.
El vaso se calienta,
el juez ya casi me atiende.
Y vos ahí; si saber que con vos puedo ser profunda.
Sin saber que a veces para mi, todavia es verano y te quiero.

18:07


Sos la palabra mal escrita,
la vedada,
 la tachada.
Sos la palabra a medias,
la inoportuna,
la inesperada.
Sos la palabra ausente,
la que duele,
la inconclusa
Sos la que garabateo siempre para no olvidar que se escribirte, que se escribirnos.

Viajes

10:33





Encinte cada momento,
metí todo lo que pude;
apretujando abrazos,
buscándolo orden a los besos,
a las risas,
embalando lo necesario,
también lo inoportuno.
Pero me quede con las buenas charlas,
con música para el camino.
El resto es tuyo y ya está listo;
todo ajustado en esa mochila
que parece más pesada de lo que es.
Llevatela lejos,
de viaje.
Yo me quedó acá;
no esperándote,
sino viéndote partir,
para, ahora si,
preparar mi propio equipaje.

Un verano

17:06

A una estrella fugaz,
un verano,
le puse tu nombre.

El día que murió Fidel

18:35




Las ganas de escribir no son nunca casuales,
no aparecen así sin más.
Siempre hay un motivo,
un impulso;
un empujón para saltar en frases.

En estos días se que la casualidad es puro verso,
que todo tiene otra lógica;
que todo se vive más sentido.

Escribir entonces se vuelve fundamental.
No como testimonio,
no como catarsis;
sino como pequeña revolución interna.

Dicen que las revoluciones son vueltas,
son cambios, son transformaciones.
Son crisis pero son encuentro.

Y en eso estamos,
en una lucha en la que tengo pocas armas.
Algunas gastadas, temerosas y dolidas.
Otras desafiantes,
filosas como verdades,
pequeñas, pero insurrectas.

Sin saber las herramientas,
el día que murió Fidel,
empece a pensar en mis propias vueltas,
en mi revolución;
en mi yo inesperado.

Y acá estamos, escribiendo para encontrarme.


Y está bien así para mi

13:12



Celebro entonces ese sí,
atemorizado pero arriesgado.
Celebro la fugacidad de esta construcción temprana.
Las voces ásperas, rasgadas, dolidas (como nosotras)
haciendo de cortina de lo inesperado.
Celebro las valijas que se abrieron,
las que quedan sin abrir,
la confianza inusitada; la franqueza de las palabras.
Celebro los días contados,
las cervezas abandonadas,
las sabanas desparramadas.
Los besos dulces y los salados.
Celebro las calles y paredes platenses,
testigos de la caminata más lenta de la historia.
Celebro el cariño no pedido,
los abrazos que no saben de verano
celebro este tiempo compartido.
Celebro la simpatía de las aves,
el vuelo de esta Frida.
Celebro la libertad de sabernos efímeras
pero eternas.
Alguien me dijo por ahí que uno nunca se despide de donde quiere volver. Y no se si eso será cierto o no, pero sonrió esperando que quizá con el viento a favor nos hagamos coincidir o quizá todo esto era solo lo que teníamos que vivir. Sea lo que sea, lo celebro siempre.
Espero que seas libre, que hagas tu propia revolución,  que la felicidad tuya está ahí; en tu propio vuelo.
Y está bien así para mi.

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